Qué se puede esperar de un gobierno que aprueba una amnistía fiscal por la que favorece descaradamente a los grandes defraudadores a Hacienda o modifica la constitución, aparentemente intocable, en un solo día para fijar el techo del déficit y es incapaz de legislar de forma eficaz sobre un tema tan importante y acuciante como el de los desahucios, teniendo la oportunidad que se le presenta para ello.
Una vez más, queda a la vista que este gobierno está a merced de los grandes grupos de poder económicos y financieros, interesados en seguir exprimiendo a la clase trabajadora en vez de estar al servicio de la misma.