Tal y como están las cosas podrían haberlo llamado «debate sobre el estado de la dación» o «debate sobre el estado de la corrupción», pero no, parece que los actuales dirigentes políticos no quieren darse por enterados.
Vemos como la crisis política se ha superpuesto peligrosamente a la gravísima crisis económica que estamos sufriendo, dejando en evidencia a gran parte de la actual clase política incapaz de hacer frente a los problemas que asolan a la sociedad. Corrupción, desahucios, despidos masivos, tasa alarmante de desempleo, tramas de espionaje, chanchullos que salen a la luz día sí y día también…
Los ciudadanos estamos sometidos a un bombardeo continuo de noticias de este estilo que no hacen más que dejarnos perplejos por todo la basura que vemos que existe en ese submundo y que va aflorando con cuenta gotas vaya usted a saber por qué y por quién. Para que lo luego vengan y en un ejercicio de cinismo e hipocresía enseñen urbi et orbe su declaración de la renta. Como si eso fuese aval suficiente para justificar su decencia y el cargo que ocupan. La llevan clara…