Un poco de humor irreverente a raíz los acontecimientos que estamos viviendo; Carnavales de 2014.
Y es que a pesar de que algunos lo venían anunciando desde hace tres años, no les quisieron tomar muy en serio. :-)
Un poco de humor irreverente a raíz los acontecimientos que estamos viviendo; Carnavales de 2014.
Y es que a pesar de que algunos lo venían anunciando desde hace tres años, no les quisieron tomar muy en serio. :-)
Ahora resulta que la cosa va de desarme, en un intento de teatralización, con supuestos observadores internacionales y todo, después de décadas asesinatos, heridos, secuestros y extorsiones. Visto de forma objetiva y sin prejuicio alguno, el asunto se podría calificar de mero esperpento valleinclanesco. Otra cosa es que no podamos olvidar el sufrimiento gratuito que esta banda, que dice va a desarmarse, ha ocasionado a esta sociedad.
No hace falta ser un lumbreras ni hacer un análisis muy sesudo para darse cuenta de que la organización a la que nos referimos, no ha conseguido ninguno de los objetivos por los que surgió allá por la década de los 50 del siglo pasado y por los que decía «luchar». «Su» soñada Euskadi, posteriormente Euskal Herria en su renovada terminología, a día de hoy no es un estado independiente, tampoco un estado feminista, ni socialista sin clases sociales y el euskera que tanto dicen amar sigue su camino natural. El único medio de presión del que dispone, su colectivo de presos, se ha comido muchos años de más de cárcel sin quererlo y sin poder protestar al respecto, mientras otros estaban de rositas en la calle dando directrices de cómo tener que actuar. Al final, visto los resultados obtenidos, han tenido que aceptar la legalidad penitenciaria vigente para salir cuanto antes del trullo.
A estas alturas la pregunta que nos hacemos es más que obvia ¿tanto sufrimiento para qué?
Aún estamos esperando su respuesta.