Un poco de humor: ahí va una coplilla navarra

Quisiera ser zapatico

para ponerme en tu pie

y que así pudiera verte

lo que no me dejas ver…

Un poco de humor: Maño que espera que Cataluña se separe de España

Un poco de humor: Todo me male sal…

Un poco de humor: Por favor no pasar

«¡Peligro! Si no sabes leer, pregunta»

Imagínense…

¿Interesan de verdad las personas inteligentes?

Con tanto aparato «inteligente» creo que estamos empezando a perder la perspectiva de lo que significa y lleva implícito esta palabra. Ahí va otra pullita de Mafalda, a ver qué os parece…

Hasta San Fermín con bufanda y calcetín

La homofagia y don Ramón María del Valle Inclán

Estaba don Ramón María del Valle-Inclán charlando en una tertulia de café en la que se había colado un político para luego poder decir que se codeaba con intelectuales. El tema del que hablaba don Ramón era la homofagia entre los insectos.

El político, lógicamente, preguntó qué significaba homofagia.

– Cuando un animal se come a otro de su mismo especie. De hecho, usted seguro que lo ha hecho más de una vez.

Ante la cara de sorpresa del político, don Ramón remató…

– Siempre que usted come besugo incurre en homofagia.

Investigadores advierten de un nuevo transtorno

Un poco de humor: El estado de la cuestión. El I+D+I

Esta es la broma que circula entre los científicos de este país:

Tres investigadores coinciden en una cafetería de Londres. Un alemán, un británico y un español.

Habla el español:
«¿Que van a tomar los señores?»

Subida de impuestos al tabaco

Un poco de humor: El niño de los recortes

País de circo, toros y pandereta, así es como nos quieren dejar…

¡Qué país Miquelarena! ¡Qué país!

Un poco de humor: Cuando creas que un banquero te está ayudando, piénsatelo dos veces

Una tarde un famoso banquero iba en su enorme limusina, cuando vio a dos hombres a la orilla de la carretera comiendo césped. Preocupado, ordenó a su chofer detenerse y bajó a investigar.

Le preguntó a uno de ellos:
-¿Por qué están comiéndose el césped?

-No tenemos dinero para comida -contestó el pobre hombre-. Por eso tenemos que comer césped.

Bueno, entonces vengan a mi casa que yo los alimentaré -dijo el banquero.

-Gracias, pero tengo esposa y dos hijos conmigo. Están allí, debajo de aquel árbol.
-Que vengan también -dijo nuevamente el banquero.

Volviéndose al otro pobre hombre le dijo:

Comparte tu trabajo, sé solidario

¿Real como la vida misma? Algunos dirán que es una exageración, otros, en cambio, que es un fiel reflejo de cualquiera de nuestras diputaciones o ayuntamientos, por no hablar de ciertas empresas…

En fin,  que con  5 millones de parados, el trabajo es un bien tan escaso que está claro que hay que compartirlo como se ve en este caso, y si no que se lo digan a los sindicatos…

Un poco de humor: Paquirringo Starr, de toda la vida…

Tranquilos, queda dinero para Rato