Aquí y ahora ni el Gobierno ni Rajoy a su cabeza ofrecen garantías de que los recortes de los derechos de los ciudadanos con los que nos obsequian cada viernes vayan a servir de algo. Lo único que nos llegan a garantizar uno y otro es su firme decisión de seguir recortando, es decir, de seguir legislando en el sentido, y con la finalidad, de condenarnos a vivir cada día peor que el de la víspera. Una actitud, como se puede observar, de lo más provocadora y chulesca donde las haya.
Se están cargando, por momentos, el Estado de Derecho, consagrando en su lugar como norma habitual la inseguridad jurídica, -con el propósito fácilmente adivinable de meter miedo al personal-, en una actitud que en castellano siempre se ha denominado «hacer lo que les sale de los cojones». Si hay que llamar vagos e incluso atribuir rasgos de criminalidad a capas enteras de la población, se les llama eso y se les criminaliza. No cabe duda de que están muy poseídos de su arrogancia -que descansa sobre todo en las dimensiones de sus cuentas corrientes- convencidos de que la policía a la que pagan -dijérase que de su bolsillo- seguirá velando durante siglos por su seguridad física y por la de sus bienes. Así se explican según qué bravuconadas. Lee el resto de esta entrada »